CRONICA GENERAL
Buenas tardes compañeros.
De nuevo con todos vosotros después de dos semanas sin escribir esta crónica por diferentes asuntos. Mañana soleada y con previsiones de calorcito de lo lindo. A las 8:35 horas y después de dejar pasar los cinco minutos de cortesía, damos la salida a esta etapa correspondiente al segundo domingo de agosto. Bajada fresquita hacia San Marcos con la correspondiente paradita ante el semáforo, que para variar se encontraba en rojo. Durante este primer tramo los habituales, con alguna que otra incorporación, se hacen cargo del pelotón y transitamos tranquilamente hasta llegar a Bernardos. La gente va conversando apaciblemente siendo el tema más eligido el de la cercana marcha Pedro Delgado, que como todos sabréis tendrá lugar el próximo domingo. Sobre la misma se barajan opiniones de todo tipo y cada cual expone sus vivencias o sus miedos a realizarla, según el caso.
Sin darnos cuenta nos encontramos en la bajada de Constanzana que es efectuada con relativa prudencia por todos. Tras el descenso llega el momento de la reunificación de los 22 ciclistas que componemos el grupo y que es llevada a cabo en breve espacio de tiempo. Nada más consolidarse la reagrupación hemos sido cazados por los rápidos, unos 10/12 ciclistas, y una vez consumido el tramo de carretera estrecha y botosa hemos sobrepasado el cruce hacia Navas de Oro dando gracias por el cambio tan sustancial del firme de la carretera. A partir de aquí las riendas han sido tomadas por los rápidos que nos han llevado cómodamente hasta el avituallamiento en Nava de la Asunción. Nos ha causado cierta sorpresa no encontrarnos al Inserso en este punto y hemos conocido por Miguel Ángel que habían tomado la decisión de continuar hacia delante. Agua fresquita o muy fresca, bollos y plátanos y de nuevo a la carretera con cierta precipitación pero con mucho orden ya que pronto el grupo ha estado al completo nada más salir de Nava. Hasta Santa María de Nieva el pelotón ha sido magistralmente conducido por dos ciclistas, uno de ellos de Triatlon Toledo y otro con unos tatuajes en el brazo (les describo así por que no se como se llaman). La subida hacia Santa María se ha realizado a buen ritmo aguantando en el grupo la mayor parte de los ciclistas. El semáforo en rojo ha sido el punto de controversia, ya que unos han pasado mientras que otros hemos esperado a que se pusiera en verde, lo que ha ocurrido pasado diez o doce segundos. En la recta se ha podido contactar de nuevo con el pelotón y así hemos circulado hasta mediada la subida de Tabladillo donde el pelotón se ha fragmentado en varios grupos, siendo el de cabeza el que contaba con más integrantes. Por mi parte hemos formado un grupo de 12 personas, que a relevos y con tranquilidad hemos abordado este último tramo de la etapa, con una velocidad moderada que nos ha hecho llegar a Tejadilla unos cuatro/cinco minutos más tarde que el grupo principal y a 31,5 kms de media.
Como es habitual, la mayoría de los que formábamos este grupo nos hemos dado la vuelta en busca de los compañeros restantes y al regreso hemos hecho la parada de rigor en Tejadilla para avituallar un poco de nuevo. En esta ocasión, además de reponer nuestros bidones con agua freca y tomar algún que otro bollo, nos hemos apretado el melón que llevaba Miguel Ángel en el coche y que por desidia y dejadez no habíamos consumido en Nava. Puesto que era pronto, la decisión de ir por Madrona ha sido tenida en cuenta de inmediato y llevado a cabo a continuación. El calor en este momento apretaba de lo lindo, 36º C, lo que ha dado lugar a que el ritmo de marcha fuera en todo momento comedido para no gastar fuerzas a lo tonto. En el cruce del alto de la Pared algunos han optado por continuar por Hontoria, mientras que otros tantos, diez en concreto, hemos continuado hacia el soto de Revenga, donde hemos despedido a Juan. Al llegar a Robledo de nuevo diversificación, unos a Segovia y otros por La Granja – Trescasas para llegar a casa sobre las dos de la tarde con 37º C y 146 kilómetros en el cuerpo. Pero como dice Julio el recorrido de hoy se puede considerar como un buen test para la realización de la Perico Delgado, no tanto por el desnivel acumulado, que ha sido poco, sino por el kilómetraje realizado bajo las condiciones adversas de fuerte calor que a últimas horas hemos tenido que soportar.
Bueno os deseo, a los que vayáis a hacerla, una buena Perico Delgado y que cada una alcance los objetivos que se haya fijado lograr en la misma. Para todos un saludo cordial de vuestro compañero de fatigas, Coe.